LA LLAVE DEL QUE TODO LO QUIERE
- María Fernanda Ipiales.
- 31 mar 2020
- 6 Min. de lectura
El 29 de febrero es un día fantasma, en el que se les da a ciertas personas un regalo para viajar a otros mundos, en un lugar lejano, de colores larimar azul y donde el mal desaparece, sus ciudadanos sabían que en esa fecha se les daba la oportunidad de viajar a la tierra. Lucy, quien estaba recostaba en una montaña pensando en las olas del mar, fue interrumpida por un hombre de capa negra, de nieves cabellos y de ojos distantes.
-Lucy… querida Lucy eres la elegida para portar está llave que te entregó, ella te enviara al lugar que desees, a la puerta que gustes, tienes hasta el ocaso para disfrutar de aquello que sientas has olvidado y de visitar a aquellos que faltan a tu lado.
Recibió la llave, la miro atenta, pequeña calza perfectamente en su mano, es de plata, con tres piedras que ella recordaba bien, por alguna extraña razón, una esmeralda, un zafiro y una amatista, aquella llave era todo el foco de atención de Lucy hasta que el hombre la interrumpió.
-Pero eso si Lucy, recuerda lo siguiente, tus ojos tienen cortinas que deberás abrir y cuando ellas se quiten un disparo te hará regresar.
Lucy asintió y atenta, firme, ansiosa por volver miro la puerta dorada que aparecía al frente, colocó la llave, su mano se movió a la derecha, abrió paso y apareció en una ciudad que conocía muy bien, como la palma de su mano.
Pasto no es para nada pequeño, es grande, pero en ese momento sí que está cambiado, camina pérdida mirando a los lados, vuelve a sentir el aire frio por sus brazos, solo sonríe y camina con alegria sosteniendo la llave junto a su pecho, corre en medio de las personas del parque Bolívar intentando no chocar con nadie, el resbaladero ya no está como antes, ¿Quién le hizo este daño al parque? Pensó mientras rodaba los ojos, pues amaba lanzarse por él, pasó las manos por sus bolsillos y encontró dinero, una buena cantidad con una nota: Es tu día has con él lo que te plazca, ríe y da saltos, este di que era el mejor día de su vida.
Primero compró un chupón, ese helado, rojo y bañado en leche condesado parecía todo un manjar de dioses apenas le dio la primera probada, al sentir su dulzor solo cerró los ojos y un sonidito de satisfacción ¿Hace cuánto no probaba uno? Se preguntó y solo alzó los hombros para seguir comiendo. Cuando un relámpago hizo estruendo en su memoria y una imagen se ilumino en su mente.
-Mami…-Susurró y abrió los ojos, soltó el helado y corrió hacia el barrio Villa flor 2
Llevaba tennis, lo que le pareció cómodos y además eran rosados, su color favorito, pero solo los miro para seguir trotando, se sentía en tierra extranjera en ese momento, la avenida estaba tan diferente, el hospital departamental era moderno, ¿Es que cuánto tiempo había pasado? Se preguntó mientras corría desesperada, pues en su pecho la corazonada de que no todo estaba bien la abatía.
Una colina alta, sus piernas no daban más así que abrió los ojos al recordar el dinero y se dio una palmada en la cabeza, Lucy que cabezota que sos, se recordó para pedir un taxi.
-Por favor lléveme al barrio la Villa flor II
El taxista solo hizo caso y rápido como rayo, aunque fue más que todo porque no estaba tan lejos, llego a su barrio.
Estaba tal y como lo recordaba y los cristalinos ojos verdes de Lucy se empañaron por la nostalgia de aquel lugar que no sabía que extrañaba tanto, se bajó para pagar agradecida y camino en medio de la callecita, sus pasos rápidos impulsado por lo inclinada que es la loma, el asfalto gris y sucio, la tienda no estaba, pero la casa de su mejor amiga Mónica seguía con ese color rosado y una mujer regaba unas rosas blanca, así que se le acercó.
-Buenas… como esta señora, ¿Mónica está? Dígale que la viene a ver Lucy Villareal.
-¿Mónica?- Respondió ella y solo asiente.-Mónica hace mucho que no vive aquí soy su tía Viviana ¿quiere dejar un recado? –Dijo extrañada la mujer con la manguera en la mano quien pensaba ¿Quién es Lucy Villareal?
-No señora… gracias-Respondió y siguió su camino, rejas grises, uno, dos, tres, cuatro y cinco casas contó para reconocer la suya.
Tenía dos pisos, sus ventanitas con cortinas beige tal y como la recordaba, la puerta metálica, seguía con los mismos cerrojos, Lucy saco su llave de plata y abrió la puerta.
El piso de cerámica estaba sin pulir, olía a cafecito y pambazo. Sí, pensó, Estoy en casa.
-Mamita volví –Gritó.
-¿Quién?-Dijo una voz algo quebrada y Lucy parpadeo caminando rápida para despertar al ver una mujer, de cabellos negros recogidos, rizados que caían por su rostro, estaba sonriendo, sus labios rojos, vestida con un chal negro.
-Mamita soy yo Lucy, ya llegue de mi viaje.
-¿Lucy? –Dijo y simplemente parpadeó.-No conozco a ninguna Lucy…le pido se vaya.
-Soy Lucy mami…
-Lucy desapareció, Lucy nunca volvió, en las aguas de Tumaco en fantasma se convirtió. Y la voz de aquella mujer se quebró, en ese momento Lucia despertó.
Su casa ya no tenía las paredes blancas como recordaba, ahora eran azules, no olía a café, sino a ese olor a medicamentos.
Un recuerdo aparece, un hombre la toma de los brazos y la golpea, cae en la arena, su vestido de fiesta está sucio, suéltame, grita y nadie la escucha, un puñetazo y Lucy siente que le duele la mejilla.
Olor a metal, olor a Sangre y lo recuerda todo.
-Mami… volví- le dice y toma sus manos que ahora están llenas de arrugas, las manos de su madre están arrugadas.
-Usted no es Lucy-Dice la viejita para verle a los ojos.-Lucy tiene apenas 16 años, usted es una señora está loca, lárguese.-Dijo para cerrarle la puerta después de empujones.
Echada, salió de la casa con un dolor de cabeza, se sentó en el andén y solo suspiro.
-¿Se encontró con la loca de la 13?-Dijo un muchacho y ríe.
-¿Loca?-Dijo Lucy y el hombre asiente.
-Desde que desapareció su hija se volvió loca… ella dice que está viva, ya sabe pero la verdad es que se sabe qué hace 20 años esa niña se murió, nunca la encontraron, unos dicen que se la trago el mar…-Dijo y solo paso.
-Aléjese que es peligrosa-Dijo el vecino y Lucy simplemente asintió, tomo la llave y camino a la puerta de atrás de la casa, abrió y entro lentamente, escucho la voz de su madre rezando el rosario y simplemente subió las escaleras a su cuarto, estaba intacto, todo en orden lleno de polvo, se vio al espejo.
¿Esta soy yo? Se preguntó mentalmente, admirando su reflejo.
-Así te verías Lucy si hubieras vivido-Dice esa voz que reconoce el hombre canoso está allí a su lado.
-¿Para qué me hiciste volver?
-Para que recuperaras un poco de tu humanidad.
-¿Qué me paso?-Pregunto tocando su rostro, sus manos pasaron por su piel morena la de su rostro y vio un moretón en su ojos, los rayones en sus brazos, uñas, eso pasó y la imagen es reflejo de su cabello húmedo sobre sus hombros le dieron ganas de llorar.
-te mataron Lucia Villareal, el 25 de diciembre, te robaron tus pertenencias, te golpearon y te lanzaron al mar mi niña.
En ese momento Lucy solo bajo la cabeza.
-Tu madre perdió la razón en la lucha de encontrarte sin resultado.
-Nadie hizo nada por mí-Dijo abrazándose a sí misma y cayendo de rodillas.
-Toma aquello que más quieras contigo…
-A mi madre.
-Un trato es un trato, tienes la llave… -Dijo el hombre canoso para que Lucy asienta y se ponga de pie.
La luz de la noche se acerca, Una viejecita en su sala solitaria, ve aquel capitulo viejo capitulo grabado de café aroma de mujer, sus manos sobre sus rodillas, sus ojos cansados y su nariz chata arrugada y escucha una voz que la hace feliz.
-Mami Volví…
-Lucy eres tú…-Dijo y miro a su hija de 16 años, alta, de cabello rizo sobre sus hombros, le sonríe y corre para fundirse en un abrazo con fuerza, lágrimas, Lucy la sostiene con fuerza.
-Ven vamos a mi cuarto… quiero contarte todo lo que pasó en mi viaje.
-Si mijita, quiero que me cuentes todo-Dijo con una sonrisa de medio lado y subieron las escaleras, la puerta del cuarto de Lucy estaba cerrada.
-Espera mamita te abro y tomamos asiento para que te cuente con detalles todo lo que paso, ya no me volveré a ir de viaje.
Lucy puso la llave, el giro hacia un lado y al abrirse, las nubes de algodón pasaban lentas, el paraíso se revela y aquella viejecita llora de la felicidad.
Un resplandor y la luna se asoman, un aire frió recorrió los cuartos de la habitación ahora desierta, el ocaso finalizó y la noche del 29 de Febrero se asoma, la casita de las Villareal quedó sola, un nombre más y un nombre menos, al fin y al cabo siempre llega el olvido que seremos.
Trabajo Realizado para la clase de Producción de texto escrito
El nombre de Lucy Villareal es en honor a lideresa social asesinada el 21 de Diciembre del 2019, En Tumaco.
Paz en su Tumba

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